Influenza en niños
¿Qué es la influenza?
La influenza (o gripe) es una infección viral altamente contagiosa y es una de las enfermedades más graves del invierno.
La influenza es una infección viral de las vías respiratorias altas, las cuales incluyen la nariz, los bronquios y los pulmones. Se caracteriza por lo siguiente:
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Fiebre
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Dolor en los músculos
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Dolor de garganta
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Tos seca
La influenza puede afectar a personas de cualquier edad. Aunque la mayoría de las personas y los niños se curan en menos de una semana, algunos pueden enfermarse mucho más gravemente y pueden necesitar ser hospitalizados. La influenza puede llevar a la neumonía o la muerte.
¿Cuáles son los distintos tipos de influenza?
Los virus de la influenza se dividen en tres tipos, llamados A, B y C.
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Los tipos de influenza A y B son los responsables de las epidemias de enfermedades respiratorias que se producen casi todos los inviernos y que con frecuencia están asociados con un aumento en los índices de hospitalización y de muertes. Los esfuerzos del sistema de salud pública para controlar la propagación de la influenza están enfocados en los tipos A y B. Una de las razones por las cuales la gripe sigue siendo un problema es porque los virus alteran su estructura, exponiendo a los adultos y a los niños a nuevos tipos de virus cada vez.
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El tipo de influenza C generalmente produce enfermedades respiratorias leves o incluso no llega a provocar síntomas. No causa epidemias y no origina los graves problemas de salud pública que causan los tipos A y B de influenza.
Los virus de influenza mutan o cambian continuamente, lo que le permite al virus eludir el sistema inmunitario de los niños y los adultos. Las personas son susceptibles a la infección por influenza durante toda su vida. El proceso es el siguiente:
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Una persona infectada por un virus de influenza desarrolla anticuerpos contra ese virus.
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El virus tiene mutaciones o cambios.
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El anticuerpo "antiguo" ya no es capaz de reconocer al "nuevo" virus.
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Se produce de nuevo una infección.
Sin embargo, el anticuerpo antiguo proporciona una protección parcial contra una nueva infección. Las inmunizaciones proporcionadas cada año para proteger contra la gripe contienen las cepas de los tipos de virus gripal que se espera causen gripe ese año.
¿Qué causa la influenza?
El virus de la influenza normalmente se transmite de persona a persona por las partículas de aire. Esto significa que su hijo puede contraer la gripe al entrar en contacto con los virus que están en el aire por medio de los estornudos y la tos de una persona infectada. El virus también puede vivir durante cierto tiempo sobre cosas como las perillas de las puertas, lápices o bolígrafos, teclados, receptores de teléfono y utensilios para comer o beber. Por lo tanto, puede también propagarse cuando su hijo toca algo que ha sido manipulado por alguien infectado con el virus y después su hijo se toca la boca, la nariz o los ojos.
Las personas que tienen la gripe son generalmente más contagiosas 24 horas antes de que comiencen a tener síntomas y durante el período en que tienen la mayoría de los síntomas. Esta es la razón por la cual es difícil prevenir la propagación de la gripe, especialmente entre los niños, porque ellos no siempre saben que están enfermos mientras están propagando todavía la enfermedad. El riesgo de infectar a otros normalmente termina alrededor del séptimo día de la infección.
¿Cuáles son los síntomas de la influenza?
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la influenza o gripe. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente.
La influenza se clasifica entre las enfermedades respiratorias, pero en realidad todo el cuerpo parece sufrir cuando el niño la contrae. Los niños afectados suelen ponerse muy enfermos y padecen todos o algunos de los síntomas siguientes:
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Fiebre, que puede ser de hasta 103 °F - 105 °F (39.4 y 40.5 °C)
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Dolores y molestias en los huesos y articulaciones
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Malestar general
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Dolores de cabeza
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Dolor de garganta
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Nariz congestionada o goteo nasal
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Empeoramiento de la tos
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Náuseas
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Vómitos
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Diarrea
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Fatiga
La mayoría de las personas se recuperan de la influenza en una semana, pero pueden sentirse agotadas por un período de hasta tres a cuatro semanas.
Los síntomas de la influenza pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas de salud. Consulte siempre al proveedor de atención médica de su hijo para obtener un diagnóstico.
¿En qué se diferencia un resfriado de la gripe
El resfriado y la gripe (influenza) son dos enfermedades diferentes. Los resfriados son relativamente inofensivos y se suelen curar por sí mismos con el tiempo. A veces pueden producir una infección secundaria, por ejemplo de oídos. En cambio, la gripe puede tener complicaciones, como la neumonía o incluso la muerte. A veces lo que parece un resfriado puede ser gripe. Tenga en cuenta las siguientes diferencias:
Síntomas del resfriado
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Síntomas de la gripe
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Fiebre baja o temperatura normal
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Fiebre alta
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En ocasiones dolor de cabeza
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Dolor de cabeza (muy común)
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Goteo y congestión nasal
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Nariz congestionada o despejada
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Estornudos
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En ocasiones estornudos
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Tos seca y leve
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Tos que con frecuencia se vuelve fuerte
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Dolores y molestias leves
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Frecuentemente dolores y molestias fuertes
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Fatiga leve
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Fatiga durante varias semanas
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Dolor de garganta
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En ocasiones dolor de garganta
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Nivel de energía normal
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Agotamiento extremo
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Prevención de la influenza
Todos los años, antes del inicio de la temporada de gripe, se pone a disposición una nueva vacuna contra la influenza. Todos los niños a partir de los seis meses de edad deben recibirla todos los años apenas esté disponible en su comunidad.
La vacuna se consigue en forma inyectable o como espray nasal. El espray nasal no se recomienda para la temporada de gripe 2016-2017. El CDC informa que esto se debe a que el espray nasal no parece haber protegido contra la gripe durante las últimas temporadas de gripe. En el pasado, se usaba para niños de 2 años o más.
Es posible que se receten medicamentos antivirales para ayudar a prevenir que alguien tenga síntomas graves duraderos o que contraiga la gripe. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo sobre los medicamentos antivirales si su hijo estuvo cerca de alguien con gripe.
Tomar estas precauciones puede ayudar:
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Cuando sea posible, evite o limite el contacto con una persona infectada.
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El lavado frecuente de las manos puede reducir, pero no eliminar, el riesgo de infección.
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Una persona que está tosiendo o estornudando se debe cubrir la nariz y boca con un pañuelo de papel o la parte interna del codo para limitar la propagación del virus.
La eficacia de la vacuna varía cada año, según el grado de similitud entre las cepas del virus de influenza incluidas en la vacuna y la cepa o cepas que circulan durante la temporada de la influenza. Las cepas de la vacuna deben escogerse de nueve a diez meses antes de la estación de la influenza. Algunas veces se producen cambios en las cepas en circulación de los virus entre el período en que se eligen las cepas para la vacuna y la siguiente estación de la influenza. Estos cambios pueden reducir la capacidad del anticuerpo inducido por la vacuna para inhibir la nueva mutación del virus, con lo que se reduce la eficacia de la vacuna.
Además, la eficacia de la vacuna también varía de una persona a otra según la edad o el estado general de salud de cada una.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la vacuna contra la gripe?
El efecto secundario más grave tras la vacunación contra la gripe es una reacción alérgica en las personas que tienen alergia grave a los huevos. Existen vacunas especiales para estas personas.
Algunas de las personas que se aplican la vacuna sienten sensibilidad en el lugar de la inyección. Otras manifiestan efectos secundarios leves, como dolor de cabeza o fiebre baja durante aproximadamente un día después de la vacunación. Debido a que estos efectos secundarios leves se parecen a algunos de los síntomas de la influenza, algunas personas creen que la vacuna hace que se enfermen de gripe. Sin embargo, según el CDC, "la vacuna contra la influenza fabricada en Estados Unidos nunca ha podido producir la enfermedad porque el único tipo de vacuna que se ha autorizado en Estados Unidos hasta ahora está hecha con virus muertos, que no pueden causar infección".
Recomendaciones actuales para la vacuna
La vacuna se recomienda para todas las personas a partir de los seis meses de edad, incluso las embarazadas. Las personas que son alérgicas a los huevos pueden recibir una vacuna distinta especial que no les provoca síntomas de alergia. Es especialmente importante que los siguientes grupos reciban la vacuna:
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Mujeres embarazadas y que planean quedar embarazadas durante la temporada de gripe
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Residentes de hogares de ancianos y centros de atención a largo plazo
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Adultos y niños que tienen enfermedades crónicas del sistema cardiovascular o pulmonar
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Niños y adultos que tienen las siguientes afecciones:
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Trastornos endocrinos como, por ejemplo diabetes
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Trastornos de los riñones o el hígado
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Sistema inmunitario debilitado por enfermedades tales como VIH o sida o haber tomado esteroides por mucho tiempo
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Trastornos de la sangre como anemia de células falsiformes
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Niños y adolescentes entre seis meses y 19 años de edad que están tomando un tratamiento largo de aspirina
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Proveedores de atención médica y otro personal que suministra cuidados en hospitales, hogares para ancianos, atención domiciliaria y otros centros de salud
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Miembros del hogar (incluso los niños) que convivan con personas de los grupos de alto riesgo.
Tratamiento de la influenza
El tratamiento específico de la influenza será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:
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La edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
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La gravedad de la enfermedad
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La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o tratamientos
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Cuánto se cree que durará la afección
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Su opinión o preferencia
El objetivo del tratamiento de la influenza es de ayudar a prevenir o disminuir la gravedad de los síntomas. No existe cura para la influenza. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
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Medicamentos, como paracetamol (acetaminofén) o ibuprofeno, para aliviar los dolores y bajar la fiebre. No se debe dar aspirina a los niños que tienen fiebre sin hablar antes con el proveedor de atención médica de su hijo.
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Reposo en cama
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Aumentar la ingestión de líquidos
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El proveedor de su hijo puede recetar medicamentos para la tos del niño después de un chequeo completo.
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Los medicamentos antivirales pueden ayudar a acortar la duración de la enfermedad y a disminuir la gravedad de los síntomas, pero no la curan. Se deben comenzar a tomar dentro de los tres primeros días del comienzo de los síntomas para que hagan efecto en el virus. La duración del tratamiento la determinará el proveedor de atención médica de su hijo. Los medicamentos antivirales también se pueden indicar como profilaxis o prevención después de estar expuesto a una persona que tiene gripe.